Tener el habito de realizar limpieza facial nos ayuda a limpiar a profundidad, a rejuvenecer la piel brindando un aspecto más joven y brillante.
Para obtener todos los beneficios, se necesita saber qué tipo de limpieza nos conviene, analizando el tipo de piel y las necesidades de esta.
El cuidado facial es una tarea del día a día, puede ayudarnos a mejorar el estado general de nuestra piel o arreglar pequeños desperfectos.
Es una limpieza sencilla, indicada para pieles jóvenes y sin muchas alteraciones.
Comenzamos con:
• DERMOLIMPIEZA. Se realiza una limpieza de rostro, Se prepara la piel para el facial.
•EXFOLIACION. Se realiza una exfoliación con productos que remueven las células muertas que hay en la superficie de la piel. )
• EXTRACCION. Se extraen las indeseadas impurezas, puntos negros, milliums. Etc.
• CALMAR LA PIEL. Se aplica la mascarilla más adecuada al tipo de piel a base principios activos naturales para reequilibrarla.
• HUMECTACIÓN. Tras retirar la mascarilla aplicamos según cada tipo de piel el contorno de ojos y la crema/emulsión más adecuada haciéndola penetrar con un suave masaje.
• PROTECCIÓN
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